Fue don Gato Romeo un bienandante, conocedor de rimas y cuartetas, audaz perseguidor de las pebetas, medianera mediante; afamado tenor de voz cantante, conquistador de faldas y planetas, montesco de pasiones capuletas de amor cuadrupedante. No hubo un solo balcón que no pudiera trepar por la escalera del latido; afiebrado varón, don Juan atleta, ¡Cuánta gata Julieta lo ha sabido!
Como dos gatos en celo, bajo una luna de amianto, fuimos, amor, beso y canto, en un intento de cielo; tejados de terciopelo nos vieron amarnos tanto, bajo un naufragio de llanto y un hervor de desconsuelo. Al filo de la cornisa de techos de bordes rojos, como un lento desangrar, boca de viento y ceniza, la pena tiene tus ojos y no me quiere mirar.
Mi gato con guantes no caza ratones, pero caza estrellas en la lejanía, comparte sus horas con cuatro gorriones que en tardes de lluvia le hacen compañía; se trepa al abismo de antiguos balcones con una elegancia de cancillería, dicen que desciende de antiguos dragones del sur de Etiopía. Por eso me gusta mi gato con guantes, con su traje infante y su gabardina, su negro bigote, sus ojos brillantes, su dulce talante de estirpe felina; frente al malevaje de gatos ramplones, que importa si entonces no caza ratones.
Nota del autor del Blog "Apenas Penas", Académico de Número de la Academia Porteña del Lunfardo: El material aquí volcado, ha sido inscripto en la Dirección Nacional del Derecho. de Autor/Ley 11.723 / Exp. 423353 / 530312 / 554203. Expediente: RE2019 - 21061174 - APN - DNDA / 8 de abril de 2019.
Parte de él ha sido incluido en mis libros: "Llevarás en la piel / De diluvios y andenes / Oceanario y De lunfa somos".