jueves, 10 de mayo de 2012

Vengatanza















RAM

Cada noche la gata vampiresa,
de estridente maullido,
evoca las andanzas de un marido
que le hacía el amor sobre la mesa;
en sus labios de fresa
ha quedado un recuerdo contenido,
de diluvio de beso y de latido,
de pendiente promesa.
El muy turro se fue con otra gata,
azafata
de un tour escandinavo,
y la gata del cuento, por venganza,
entrega cola y panza,
al hijo del felino del octavo.