lunes, 6 de febrero de 2012

Tan tiesa de cola



Si fuera mi gata la gata que pasa
frunciendo el hocico por el vecindario,
coqueta y altiva, tan dueña de casa,
tan ojos de luna, tan beso incendiario;
con ese pelaje de seda y de gasa,
de doble apellido y andar honorario,
tan fuego de lumbre, tan rizo de brasa,
de misa y ayuno, de rezo y rosario;
tan fina en su techo de teja francesa,
tan tiesa de cola de gata siamesa,
con esos modales de fino talante;
ajena y felina como una pantera,
si fuera mi gata, un día cualquiera,
le hace cinco gatos, mi gato atorrante.