sábado, 9 de mayo de 2009

La gata del cuento



La gata del cuento compróse un sombrero
de piel de cordero y azahares en flor,
por ver si la asedian, con paso guerrero,
los gatos lanceros del Comendador;
compróse unas bragas de insomnio ligero,
satén milagrero de oscuro candor,
enaguas de encaje, puntillas de esmero,
(en casa de herrero, cuchillos de amor).
La gata del cuento, mohína y secreta,
biznieta de un gato de piel bicolor,
recuerda los versos que el gato poeta
dejó en su libreta (amante y lector);
hace tanto tiempo que vive incompleta,
como una veleta que marca el dolor.